¿Qué nos impulsa al travestismo?,¿Qué queremos manifestar o expresar cuando nos vestimos de mujeres?. Todas estamos de acuerdo en el alivio, la alegría y la tranquilidad que sentimos al poder expresar esa parte de nosotras que no podemos mostrar abiertamente en público y con la que, de una forma u otra nos sentimos cómodas. Lo que quizás nos diferencie más es la respuesta a las preguntas que he formulado.

 No me refiero por supuesto a motivos científicos de  cualquier rama del saber, para eso hay profesionales muy preparados y estudios muy profundos. Me refiero al sentimiento al que por fin podemos dar salida por unas horas en una de nuestras fiestas , en la calle o en casa.

 Probablemente haya tantos motivos y singularidades como chic@s en el mundo, y si tratáramos de ordenarlos de alguna manera nos quedaría un arco iris con un cambio gradual del color, en el que quedarían plasmados los sentimientos de cada una. Este arco iris de sentimientos tendría  un principio y un final que enmarcarían una forma de entender y vivir la vida bien diferente del entorno de la mayoría de  personas que nos rodea.

 Volviendo a las preguntas con las que empezaba esta editorial voy a atreverme a apuntar algunas respuestas que quizás sirvan a las que todavía no han encontrado su porqué particular.

 Una respuesta fácil es que no importa, que es mejor no darle vueltas, que es mejor vivir la vida y disfrutar de esta singularidad para no caer en la locura. No es una mala respuesta. Hay veces que a una hasta le da vértigo el pensar en ello horas y horas, días y días sin llegar a una respuesta clara y satisfactoria.

 La más extendida en nuestro club refleja la necesidad de manifestar un lado femenino durante un mayor o menor período de tiempo pero sin desear nada más. Sin entrar en más tecnicismos podríamos decir que para ellas el  travestismo es a la vez un medio y un fin.

 Otra posibilidad es dar un paso más allá y ver en el travestismo la posibilidad de materializar un deseo: el de haber sido mujer. Podríamos decir que supone otro cambio de color en el arco iris al final del cual se encontraría la decisión de ser la mujer que un siente, con todo lo que eso conlleva. Para muchos autores aquí comienza la transexualidad.

 Hay muchas más soluciones. Yo he apuntado algunas, pero cada una debe investigarse a fondo y definirse de forma sincera y honesta. Es el primer paso para la aceptación por los demás: la auto aceptación.

 Os invito a que lo meditéis con tranquilidad y lo expreséis en la forma y momento que veáis más oportuna. Es un buen ejercicio que además nos va a beneficiar a todas. Yo ya os he dado una pista sobre mi Respuesta. Si estáis dispuestas a una segunda parte de este culebrón, os lo contaré con pelos y señales.

Un beso muy fuerte de Mayte.            

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